La rosa de los vientos~
En esta ocasión, más que una reflexión, escribo una anécdota, y resulta uno de los momentos en mi vida donde ciertas
“casualidades”, tuvieron un impacto muy cercano en mi vida sentimental y
personal, podría llamarle suerte incluso, pero también siento que hay algo más
allá de eso, fue un momento donde la toma de mis decisiones al mezclarse con la
suerte resulto en un evento positivo, y que jamás hubiera imaginado que pasaría
de esa forma.
Bien, esto pasó hace unos
años, entre noviembre y diciembre de 2018, yo tenía una novia para ese momento,
la cual me gustaba bastante estar con ella y me sentía bastante cómodo, sin
embargo, como en toda relación, hay una montaña rusa, donde ciertas épocas son
buenas, y ciertas épocas todo lo contrario, para ese tiempo, estábamos en una
mala época, la peor que llegamos a tener en toda la relación.
La relación había llegado
a un punto donde existían nervios y tensión a cada momento, cada día parecía un
día más pesado que el anterior, y apenas lográbamos levantarnos, dos días
después recaíamos, la relación estaba por romperse, y aunque yo no quería
verlo, seguro que podía sentirlo, de hecho, hasta el día de hoy me resulta
extraño que no hubiéramos cortado, y hayamos pasado un mes aproximadamente con
tantas debilidades.
Por alguna razón, la
mayoría de los días había discusiones, o sentía que me evadía, o yo
me desesperaba y no siempre actuaba de la mejor forma, se hizo tan pesada que a
veces tenía que pensarlo dos veces para hablar con ella, ya que a veces al
hablar resultaban conversaciones vacías.. ya no eran esas conversaciones hasta
las 3 de la mañana contando anécdotas y hablando del universo de temas que
existen, en vez de eso, solamente eran los reclamos y las cosas que apenas se
mencionaban de lo que hicimos en el día, por lo que esa chispa se estaba yendo
de alguna forma, y no veía por parte de ella, ganas de arreglar la situación.
Sin embargo, ocurrió un suceso bastante curioso, que hasta el día de hoy no recuerdo exactamente qué fecha fue, pero posteriormente afectó de forma indirecta la forma en que veía la relación. Si no mal recuerdo, para finales de octubre o mediados de noviembre de ese año, mi padre, a sus 50 años de edad, y después de años luchando para mantener una familia y sus estudios, se graduó de Ingeniero en Producción, y como al acto de graduación podían ir dos invitados, fuimos yo y mi madre. Fue un momento bastante feliz en mi vida, y sobretodo, muy inspirador, ver a mi viejo recibiendo el título de Ingeniero me llegó al alma.
Pero más allá de eso, y volviendo al tema principal, después que todos recibieron el título, y en forma de despedida, se presentó una coral, y ellos cantaron la canción “Un beso y una flor”, de Nino Bravo. Para ese momento yo no había escuchado nunca esa canción, y la canción, por su melodía supongo, me recordó a otra, esta otra es “La rosa de los vientos”, de Mago de Oz, la cual tenía ya un par de años que no escuchaba, y que en aquel momento las asocié muy rápido, y la canción de Nino Bravo se me quedó en la mente. Pues bueno, ¿qué tienen que ver entonces estas canciones con mi relación de aquel momento?
Resulta que el 30 de noviembre,
era un viernes, mi novia de aquel momento cumplió años, y justo ese día
llegamos a discutir muy fuerte, el día siguiente, el sábado, el 1ro de
diciembre había una reunión en su casa por su cumpleaños, entonces, aunque
asistí a su cumpleaños, no estuve especialmente cómodo al principio, pero
posteriormente se fue aligerando el día, y al final, aunque no estaba aún del
todo cómodo, pude disfrutar del cumpleaños, no fue tan malo una vez las cosas
empezaron a fluir.
El día siguiente a ese,
el domingo, sentí algo de confianza, pensé que las cosas se iban a levantar, y
aproveché de contarle un par de las inseguridades que sentía debido a la
situación, algo me decía que necesitaba decirle como me sentía, pero resulta
que el efecto que causó, fue que ella se alejara más, no las aceptó de buena
forma, solo creó otras inseguridades e incomodidades en ella, así que de alguna
manera eso me molestó mucho y me derrumbó por otra parte.
Estaba ya hartándome, así
que desde el final de ese domingo y parte del comienzo de la semana estaba pidiéndole
que nos viéramos, que necesitaba hablar con ella sobre la relación, necesitaba
soltarle todo lo que veía mal, todo lo malo que estaba sucediendo, estaba a un
punto donde no veía nada bueno, pero tenía que decírselo, para por lo menos
saber qué hacer, o hacia dónde íbamos a ir.
El lunes había
oportunidad, pero por su parte, ella me evadió, así que ese lunes estaba bastante molesto,
sentía bastante frustración, quería hablar con ella y nada que se daba.. Sin
embargo, un par de días antes de su cumpleaños, vuelvo a escuchar la canción de
Nino Bravo, y me quedé con la idea de escuchar “La rosa de los vientos”, entonces, el lunes, con todo y mi furia acumulada, me pongo a escucharla, creo que
jamás le había prestado tanta atención a su letra, de hecho, posiblemente hasta
ese momento, no la entendía.
La letra de la canción de
alguna forma empezó a hacerme reflexionar, sobretodo, en una parte específica,
la cual es:
Por alguna razón asocié
la palabra de “pasión”, con esa sensación cuando dejas que las emociones te
dominen, que estaba mal, estaba dejando que mis malos pensamientos y
sentimientos negativos se apoderaran de mí, entonces, siguiendo los consejos de
la canción, empecé a contar hasta diez, empecé a calmar mis sentidos, y a darle
forma a toda esa maraña de pensamientos que había en mi mente.
Llegó el martes, nada que
podía hablar con ella aún, yo seguía molesto, ella seguía evadiendome, aunque mi
mente ya andaba un poco más enfocada, dejé de pensar que podíamos terminar en
la siguiente conversación que tuviera con ella. El miércoles, no le pedí para vernos, y ella tampoco, así que nose dió. Para ese momento, aunque aún habían pensamientos
negativos, había contado lo suficiente hasta 10, y quise comprar algo para
ella, para demostrarle que quería seguir adelante con la relación, busqué por MercadoLibre
quién hiciera pulseras con pelotitas blancas de letras, ella había comprado
unas hace tiempo para los dos, pero se le rompió la suya, así que había pensado
en recuperarla, y en ese momento compré otro par más, al siguiente día, el
jueves, las pude retirar.
Ese jueves tampoco la vi,
también me evadió, pero ya no estaba molesto, más bien estaba ansioso y nervioso, no sabía
que pasaría, a donde iría el rumbo de ese barco que más que navegar, estaba a
la deriva, ya para este momento, puedo decir que la canción me había hecho cambiar de rumbo, un par de letras fueron suficientes para que una molestia de muchas emociones acumuadas, pase a un quiero arreglar la cosas, y ya estaba bastante decidido a
arreglarlas, a recuperar la bonita relación que tenía con ella.
Llegó el viernes, se dio,
me dijo para ir a buscarla a la universidad, así que fui, y en compañía de unos
compañeros de ella fuimos en camioneta hasta su casa, los compañeros de ella
siguieron su viaje, y yo me bajé en la parada para su casa, en lo cual le
pregunto si puedo quedarme hablando con ella, en una plaza que pertenece al
edificio donde vive, y me permitió solo 10 minutos, así que tenía que pensar
bien que iba a decir.
Camino a la plaza, le
entregué las pulseras, fue un momento bastante bonito para mí, algo seco porque
ella no tenía mucha inspiración, y su respuesta al recibirlo fue “Tú no te
rindes, ¿no?”, por lo que ella también sabía desde hace tiempo que el barco ya
no estaba navegando, pero intentaba levantar la situación por lo menos, pero por otra parte, fuera de esa respuesta, sé que le gustó el regalo, ya que su aura se hizo más
ligera, más amable de alguna manera.
Momento crucial, los 10
minutos. Nos sentamos en unas escaleritas de la plaza, ya era hora, me había
dado la señal de que comience a hablar, y bueno, me puse tan nervioso que me
bloqueé, tampoco tenía ningún dialogo planificado, así que me tocó decir lo
primero que me viniera a la mente, sin pensarlo, teniendo cuidado de no
arruinarlo más y con mucho miedo por supuesto. Y pues, adivinen cual fue la
primera palabra que se me ocurrió decir..
Me gustas.
Me gustas mucho… y… ahí empecé, a soltarme, a soltar los
sentimientos que tenía, a decirle que me gustaba estar mucho con ella, que me
sentía muy feliz, que no quería perderla, que quería seguir navegando en ese
barco, que estaba entendiendo porque estábamos llegando a esa situación, y pues
hasta ahora no recuerdo que más dije, pero de 10 minutos, se fueron a 15,
intenté soltar todos esos sentimientos guardados y perdidos que tenía por ella,
ya que de verdad no quería perderla.. y funcionó, de alguna forma, funcionó.
Siempre pensé que fue una
especie de confesión, de mi parte esta vez, y quizás la confesión más grande
que he hecho en mi vida, la más valiosa, pero valió la pena, aunque su
expresión era más de confundida que de emocionada, pero sé que mis palabras si llegaban a ella, ya que luego de esos 15 minutos y camino a la
entrada del edificio, llegó a decirme que si sentía que el barco no estaba
yendo a ningún lado, pero que se propondría a remar un poco más, puesto que si
ve camino, y en ese momento me sentí muy feliz, aunque también estaba
confundido, no sabía si de verdad estaba funcionando pero luego de eso
volvieron las llamadas, las conversaciones, los sentimientos, y pues, se sintió
extraordinariamente hermoso reconciliarme con ella.
Parte de los problemas
venían porque yo no podía dejarme llevar por los sentimientos, tengo una
especie de sentido que me dice que la lógica es mejor, que los sentimientos nos
desenfocan de los objetivos principales, sin embargo, gracias a ella comprendí
que los sentimientos también forman parte importante de los objetivos de una relación,
y que hay que expresarlos, y demostrarlos, y llenarse de ellos para
posteriormente conversarlos y ejecutar aquellos pensamientos que hagan llegar.
La conclusión, y de
vuelta al punto central, esta canción, “La rosa de los vientos”, con el
significado de toda su letra completa, me hizo comprender que estaba yéndome por
un mal camino, y si no fuera por la canción de “Nino Bravo” no hubiera
recordado a “La rosa de los vientos”, y si no fuera por la graduación de mi
padre, no hubiera escuchado “Un beso y una flor”, y estas “casualidades” podrían
seguir de forma cíclica, hasta el inicio de los días, sin embargo, siempre me ha
parecido muy curioso que por el simple hecho de haber asistido a la graduación
de mi padre, y escuchar una simple canción, que me recordó a otra, pude salvar mi relación.
Este es uno de los hechos
que jamás olvidaré, la reconciliación sucedió un 7 de diciembre de 2018, y
aunque la relación duró 4 meses más después de ahí, esos siguientes 4 meses
fueron la época donde más me he dedicado a una relación, y a aprender de ella, para no
volver cometer errores, y para valorar cada sentimiento que tenía por ella. Y
pues sin más que decir, esta es mi historia de casualidades, espero les haya dejado algo ♥.
♫ Gabriel Estacio ♫
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